Introducción sobre el Trastorno por déficit de atención 

En la actualidad nos encontramos en una sociedad en la que cada vez se observa más diversidad en todos los contextos en los que las personas se desarrollan. Esta diversidad se manifiesta también en el sistema educativo, lo que hace necesario que por parte de los agentes educativos se lleve a cabo un proceso de análisis de las características individuales de los alumnos que en este contexto se encuentra para poder aportar una respuesta educativa que se adapte a las necesidades que se desprenden de esta diversidad.

Dentro de la diversidad que se manifiesta en el aula, se encuentran los alumnos y alumnas diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH, en adelante). El alumnado que padece este trastorno presenta dificultades para relacionarse con su entorno, lo cual conlleva a la presencia de dificultades a nivel académico, social incluso a nivel interpersonal.

En este trabajo se persigue la finalidad de realizar una presentación completa del trastorno, su sintomatología, los criterios a seguir para su diagnóstico, así como su tratamiento, tanto farmacológico como no farmacológico.

Además, se presentarán las consecuencias y dificultades que se derivan de este trastorno en las diferentes etapas de la vida. Es importante realizar una señalización a este respecto. De manera tradicional se ha dado por hecho que el TDAH era un trastorno que afectada a las personas únicamente durante la infancia, y que llevada la adolescencia las dificultades desaparecía. Gracias a estudios como el que llevaron a cabo Mannuzza, Klein, Bessler, Malloy y LaPadula (1998) se ha confirmado que el TDAH es un trastorno crónico y que por lo tanto la sintomatología que caracteriza a este trastorno, así como las dificultades asociadas, perduran a lo largo de la adolescencia y adultez de las personas que lo padecen.

A pesar de lo que se pueda creer, las repercusiones del TDAH no se circunscriben únicamente al contexto escolar, sino que también acaba afectando al contexto familiar y social de las personas que se encuentran diagnosticadas con este trastorno. Es por esto que en la actualidad los trabajos llevados a cabo para el estudio del trastorno están en aumento, ya que por medio del estudio del trastorno se busca eliminar o minimizar lo máximo posible las dificultades asociadas a este trastorno.

En las siguientes páginas se presenta un trabajo, en el que tras una revisión de material relacionado con la temática que aquí nos incumbe, se sintetizan las características del trastorno y sus dificultades asociadas, así como los protocolos de actuación que se llevan a cabo para su diagnóstico y tratamiento.

Toda la información recogida se desarrollará a lo largo de todo el trabajo de manera teórica. Finalmente, en un apartado de conclusiones se presentarán las ideas principales que se pueden extraer tras la realización del mismo. Iremos publicando en nuestro blog este trabajo sobre TDAH. 

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La problemática que se pretende abordar en el presente trabajo es la necesidad de crear una respuesta educativa y social que verdaderamente minimice las dificultades que presentan las personas diagnosticadas con TDAH a lo largo de toda su vida.

A través del estudio de las dificultades que se presentan en TDAH y de las necesidades que se derivan de estas dificultades, se crean una serie de protocolos de actuación. En estos protocolos se plantean los pasos a seguir para su evaluación, detección, diagnóstico y tratamiento (tanto farmacológico como no farmacológico). Además, se han planteado protocolos educativos con el fin de dar una respuesta educativa lo más adaptada posible a las dificultades académicas que presentan los niños/as y adolescentes que presentan este trastorno.

Si bien es cierto que se considera que queda mucho trabajo por hacer ya que, tal y como se ha comentado anteriormente, aún se da mucha más importancia al abordaje de las dificultades asociadas a TDAH durante la infancia y adolescencia que durante la adultez. Esto provoca que las personas adultas que tienen este trastorno en la adultez sigan encontrando obstáculos a lo largo de su vida en los diferentes contextos (académico, laboral y familiar).

Por otra parte, se está observando que en la actualidad se está produciendo un abordaje hacia el trastorno en el que se da mayor importancia al tratamiento farmacológico que al tratamiento no farmacológico, lo cual provoca que no se estén dando respuestas adecuadas a dificultades cognitivas y emocionales para estas personas pudiendo. Esta situación plantea la necesidad de realizar un abordaje psicosocial del trastorno de modo que se eviten las consecuencias relacionadas con falta de autoestima, dificultades de relación o problemas emocionales entre otros.

ANTECEDENTES DEL TDAH

Si se realiza un análisis de las numerosas conceptualizaciones que ha recibido el TDAH desde el origen de su estudio hasta la actualidad se puede observar que ha sufrido numerosos cambios, lo cual refleja a la perfección las diferencias de conceptualización que presentan los autores debido a la complejidad que supone este trastorno.

Para poder encontrar las primeras ocasiones en las que se hacía referencia al TDAH es necesario remontarse al siglo XIX en el que el psiquiatra Heinrich Hoffmann describió el caso de “El intranquilo Phyllis”. Phyllis es el nombre de un niño que este psiquiatra estudio debido a que presentaba una

particular agitación motora. A pesar de ser el primer estudio que se hace de la sintomatología hiperactiva en un niño, la descripción del caso es poco específica. Además, no aparecen descripciones sobre la sintomatología relacionada con déficit de atención (Menéndez, 2001).

Barkley (1999) divide todo el desarrollo histórico del concepto de TDAH en tres periodos los cuales se establecen en función de en qué aspectos del trastorno recae la atención de los profesionales que lo estudian.

En un primer periodo, la definición del trastorno se circunscribe a un daño cerebral que se presenta en la población infantil. En este periodo se considera que los síntomas de hiperactividad, impulsividad y déficit de atención puede deberse a una alteración neurológica. Además, en este periodo se consideraba que el trastorno podía verse acompañado por retraso mental.

El hecho de que se estableciera la alteración neurológica como causa del trastorno se debe a que en esta época se produjo una epidemia de encefalitis y se observó que aquellas personas que la contrajeron mostraban correlatos neurológicos y conductuales que se asemejaban a la sintomatología característica del TDAH. Es así como se estableció el origen biológico del trastorno (Ebaugh, 193 citado por Macià, 2012).

En el segundo periodo, la atención de los psiquiatras se centra en el origen funcional del trastorno y se comienza a dar mayor importancia a la sintomatología comportamental del mismo.

Con el tiempo, son muchos los investigadores que observaron que no todos los pacientes con esta sintomatología presentaban necesariamente un daño cerebral como se había pensado hasta ese momento. Así, unos años más tarde de la mitad del siglo XX, se estableció que el origen del TDAH podía ser una disfunción cerebral mínima. Si bien es cierto que diversos investigadores establecieron que la sintomatología del trastorno no tenía por qué deberse a una patología cerebral. En este momento es cuando surge el concepto de Síndrome del niño hiperactivo o reacció

El tercer periodo que presenta Barkley (1999) es aquel en el que se comienzan a establecer los criterios diagnósticos del trastorno tanto en el DSM como en la CIE.

Este síndrome se introduce en la segunda edición del manual diagnóstico de la APA (1968) como un trastorno caracterizado por un comportamiento inquieto con dificultades en atención y que se presenta en la infancia desapareciendo una vez llegada la adolescencia.

En la tercera edición de este manual diagnóstico (APA, 1980) se define el Trastorno por Déficit de Atención. Además, se establecen dos tipologías del trastorno: TDA con y sin hiperactividad.

Unos años más tarde, en la edición revisada de la tercera edición del DSM (APA, 1987) se cambió el nombre del trastorno definiéndose el Trastorno de déficit de atención /hiperactividad. En este manual no se distinguen los subtipos que existían en el manual anterior.

En el año 1994 se presentó el DSM IV (APA, 1994) y en el mismo vuelve a realizar una distinción por subtipos del trastorno. En este caso se presentan tres subtipos: preferentemente déficit de atención, preferentemente hiperactivo y de tipo combinado.

Al igual que ocurre con DSM III (APA, 1980), el DSM IV (APA, 1994) también es modificado para presentar una edición revisada el mismo en el año 2000. En esta versión del manual diagnóstico, aunque en esta nueva edición no se producen grandes cambios con respecto a TDAH.

Es en el año 2013, con la llegada de la última versión de este manual (APA, 2013) cuando se producen los cambios más acentuados hasta el día de hoy con respecto al TDAH. En este manual ya se acepta la presencia del trastorno en la edad adulta, de hecho, se presentan criterios diagnósticos para personas mayores de 17 años. Por tanto, deja de ser un trastorno insertado dentro del capítulo de “Trastornos del niño y del adolescente” y pasa a ser un trastorno del neurodesarrollo.

Esperamos que toda la información que te damos en este artículo sobre el TDAH te pueda ser de utilidad. No te olvides de que en nuestra farmacia online podrás encontrar consejos y mucho más para resolver tus dudas acerca del Trastorno por Déficit de Atención. ¡Visita farmadirecto24 y descubre todo lo que podemos ofrecerte!

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